O’Brien es un pequeño pueblo rural en el que se detectó una inusual frecuencia de infección por el virus de la hepatitis C vinculada al uso de inyecciones con material no descartable en las décadas del 60 y 70. El estudio poblacional incluyó a 1832 de los 2200 habitantes. El aporte de FUNDIEH permitió financiar estudios de laboratorio, incluyendo pruebas complejas de biología molecular, biopsias hepáticas, envíos de muestras biológicas al extranjero, los viajes frecuentes de los hepatólogos y finalmente la instrumentación del tratamiento antiviral con drogas de última generación, generosamente donadas por el Laboratorio Roche. El estudio de la población de O’Brien demandó 8 años de trabajo continuo y ha tenido gran reconocimiento científico nacional e internacional y difusión pública por los medios de comunicación.
El estudio realizado en Lara fue un proyecto de investigación, sin hipótesis previa, de la Carrera de Postgrado “Bioquímica en Hepatología” de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán. , de la cual el Dr. Federico Villamil fue el Director. El objetivo fue investigar la frecuencia de enfermedades hepáticas en una comunidad indígena aislada de alta montaña ubicada en los valles calchaquíes a 3500 metros de altura. Llegar a Lara demandó una travesía de 5 horas en vehículos especialmente preparados para este desafío. Los habitantes de Lara carecen de agua corriente, energía eléctrica y gas por lo que hubo que trasladar un generador de electricidad como para disponer en el lugar del estudio de una centrífuga y otros equipos necesarios para el procesamiento y posterior congelamiento de las muestras de sangre. El hallazgo principal del estudio fue que los niños de Lara tienen una tasa muy baja de infección por el virus de la hepatitis A probablemente debido a la ausencia de contaminación del agua de vertiente con materia fecal. Al inaugurarse los caminos para llegar a Lara sin dificultad, el contacto con los habitantes de las zonas urbanas de Tucumán (con alta tasa de infección por hepatitis A) puede desencadenar epidemias en los niños de la región que pueden evitarse instrumentando programas de vacunación. Esta investigación fue una experiencia muy educativa e impactante para los jóvenes médicos y bioquímicos que participaron del estudio.
A partir del 11 de enero, el Meld-Sodio reemplazará al Meld en la distribución de órganos, ya que identifica con mayor precisión el riesgo de muerte en lista de espera. Estudios publicados calculan que en ese país se salvarán 100 vidas al año solo por usar un criterio más equitativo.
El estudio poblacional de 1999 demostró que el 5.6% de la población de O’Brien tenía infección por el virus de la hepatitis C (HCV). Durante dos décadas un grupo de hepatólogos viajaron en numerosas oportunidades para investigar, en primer lugar, la presencia y severidad de la enfermedad hepática en cada uno de los 102 infectados. Se demostró entonces que el 28% de los pacientes ya tenía cirrosis hepática, seguramente por haber cursado la infección por HCV durante muchos años y sin tratamiento. En el 2006, y gracias a una donación de la empresa Hoffmann La Roche, el pueblo de O’Brien tuvo acceso al tratamiento antiviral con la combinación de interferón y ribavirina. Más recientemente, algunos pacientes no tratados y otros que no se curaron con interferón fueron tratados con antivirales de última generación. En total se curaron 29 de los 36 tratados (80.5%)
En 2019, luego de 20 años de seguimiento, se repitió el estudio poblacional para evaluar el impacto del testeo, evaluación clínica y tratamiento antiviral en la prevalencia de infección por HCV en O’Brien. Participaron 1070 personas de todas las edades, 601 mujeres (56%) y 469 hombres. La mayoría, 629 (59%) fueron estudiados por primera vez mientras que 441 (41%) participaron del estudio de 1999 y tuvieron pruebas negativas para HCV en ese momento. Solo 3 de los 1070 estudiados (0.28%) fueron positivos para HCV. Por lo tanto, el estudio demostró que con las acciones instrumentadas la frecuencia de infección por HCV en O’Brien disminuyó 20 veces, de 5.6% a 0.28%. El
Proyecto O’Brien es un buen ejemplo de la factibilidad de erradicar la hepatitis C cuando todos los infectados son evaluados y tienen acceso al tratamiento
El hígado graso no vinculado al consumo de alcohol (HGNA) es la enfermedad hepática crónica más frecuente en la actualidad ya que afecta a alrededor del 25% de la población mundial. Los principales factores de riesgo para desarrollar HGNA son el sobrepeso/obesidad, la diabetes y la dislipidemia (incremento en sangre de colesterol y/o triglicéridos).
Cuando se tomó la decisión de reestudiar al pueblo de O’Brien para comprobar la erradicación de la hepatitis C, decidimos evaluar también la presencia y severidad del HGNA en esa comunidad rural. El estudio tuvo tres pasos consecutivos en diferentes fechas (fines de semana). El primero fue pedirles a todos los participantes que completaran un cuestionario en el momento de extraerles sangre para análisis de laboratorio. Pudo comprobarse entonces que el 63% de los individuos presentaban sobrepeso (obesidad en el 30%), el 49% colesterol elevado y el 12% glucosa elevada. En base a la alta frecuencia de estos factores de riesgo no sorprendió que, en la segunda etapa del estudio, el 37% de los individuos de O’Brien presentaran hígado graso en la ecografía. La tercera fase del estudio fue realizar elastografías hepáticas (Fibroscan) para evaluar la presencia de daño hepático en los individuos con hígado graso en la ecografía. El estudio demostró que el 22% de las personas de O’Brien con HGNA presentaron evidencias de tener un mayor compromiso hepático que el esperable para la sola presencia de grasa. Al igual que lo realizado en 1999 con los infectados por virus C, todas las personas con evidencias de daño hepático serán evaluadas en forma individual
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